Hemos sido engañados para segunda discusión del TIAR
Ni siquiera aparece en la orden del día de mañana, para el debate en Asamblea Nacional su segunda discusión. Guaidó nos volvió a engañar con la promesa de aprobar el TIAR esta semana. Sólo se reciclará el contenido del informe Bachelet, diseñado para el consumo de la comunidad internacional y no para proporcionar temas de conversación inertes a nivel local. Estamos hartos de escuchar promesas por parte de políticos con fechas establecidas de caducidad que no son honradas. Buscamos precisión y puntualidad entre las actitudes favorables de un precandidato presidencial. ¿Para qué propone aprobar el TIAR mañana si no lo pone en agenda? Si no quieres cumplir algo, no lo prometas.
No publiquen una orden del día para luego cambiarla. Están idénticos a Maduro quien anuncia que pronto anunciará anuncios que a la postre nunca son anunciados. Más de lo mismo. Como siempre, quienes no damos beneficio de la duda tenemos nuevamente razón. Al menos estas lunas de miel de mentira son cada vez más cortas. Para que la aprobación de nuestra reincorporación al TIAR ocurra esta semana el debate debería ser mañana. Lo más indignante es cómo la gente ahora tiene como moda avalar la imprecisión, la inexactitud y la mentira. Esto es sumamente indignante y los guerreros del teclado haremos amplio uso de esta eventualidad en nuestro discurso de los próximos días.
Es poco probable que el orden del día de mañana sea cambiado. A estos diputados les fascina debatir las tragedias humanitarias y sentirse solidarios con el sufrimiento de los más pobres, en su típica actitud izquierdista carente de decisiones drásticas. En caso de anunciar un orden del día que será cambiado a última hora, esta vez constituye malísima estrategia. Con tanta incertidumbre adrede Guaidó está perdiendo el poco respaldo popular que todavía le queda, por mentiroso y por cambiar de discurso cada cinco minutos. Esto es agotador.
Expiró el beneficio de la duda al publicarse un orden del día en contravención con lo prometido en tarima. Por eso es repudiable validar discursos populistas emitidos ante el público a través de micrófonos o megáfonos. Lo que realmente se busca es una legislación cónsona con las exigencias de la ciudadanía, y ofrecernos un refrito del informe de Bachelet no satisface nuestras expectativas. Este espectáculo es lamentable y será ferozmente denunciado.
Rubén Rivero Capriles
Caracas, Venezuela
Fotografía Mónica Valbuena, 40 Grados Bajo el Sol